Cada 3 de junio se conmemora el Día de la Formación Profesional, una acción promovida por la Secretaría de Trabajo y Previsión en 1944 bajo el mando de Juan Domingo Perón quien comprendió prontamente la importancia de la capacitación en oficios y el alcance de la actualización de los conocimientos en un mundo que aceleraba los cambios desde la irrupción de la revolución industrial.
En Argentina, la promoción de la enseñanza de saberes estaba unida a los legados familiares y a la figura del aprendiz en pequeños talleres. A partir de la intervención del estado como actor impulsor de la industria, la formación pasó a ser una política destinada a fortalecer las potencialidades de los trabajadores y a destacar las ventajas económicas locales y de las regiones de todo el país. Con la creación de la Comisión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional y su promulgación como Ley en 1946, se institucionalizan las escuelas fábrica para albergar a las nuevas generaciones de trabajadores que viven un mundo más tecnificado que entra a la Modernidad bajo las categorías de bienestar y confort.
Destacamos dentro de esta visión formativa la Red de Centros UOMRA que fomenta la capacitación en tecnología y demás áreas afines a la metalurgia para hacer a la actividad más eficiente, conciente de los valores que incluyen el desarrollo humano y del entorno de modo sustentable para las industrias.
Desde el 2005 y ante la recuperación de la crisis más devastadora de nuestra joven historia, se recobró la jerarquía para los egresados de escuelas técnicas y así se legitimó su saber y su necesidad de aportar desde la práctica ideas e innovaciones. La actualización de conocimientos es una premisa que ha llegado para quedarse. Apoyamos y nos inspiramos cada día en ella para brindar lo mejor y hoy queremos destacar a la formación profesional como la semilla de desarrollo de la industria y sus hacedores.