Honramos hoy a Juan Domingo Perón, tres veces presidente de la Nación Argentina, por voluntad de su pueblo, a 42 años de su fallecimiento el día 1º de Julio de 1974.
Para recordar cómo sintió este luctuoso acontecimiento, no solo el pueblo peronista sino también el resto del mundo, reproducimos a continuación párrafos de un artículo publicado a finales del mes de julio de 1974, que describe hechos, para certificar una vez más que “La única verdad es la realidad”
FUENTE: Documentos de Siete Días Ilustrados:
“Perón. El hombre, el líder”
[…] “La repercusión de la muerte del teniente general Juan Domingo Perón alcanzó un eco sin precedentes en la Argentina y conmovió a grandes personalidades de todo el mundo.” […] “Se calcula que mientras el cuerpo de Perón estuvo expuesto en el Congreso, unas 46 horas y media, desfilaron ante el féretro casi 135 mil personas; afuera, más de un millón de argentinos quedaron sin dar el último adiós a su líder. Sin embargo, y a pesar del fuerte aguacero –hasta las 9 del jueves 4 llovieron sobre Buenos Aires 14 milímetros-, una multitud incalculable se concitó a lo largo de las avenidas Callao y del Libertador para rendir homenaje –al paso del cortejo- al presidente desaparecido. Dos mil periodistas extranjeros informaron de todos los detalles de las exequias.” […] “En todos los países del mundo las banderas comenzaron a flamear a media asta, incluyendo la blanca y celeste de las Naciones Unidas, enarbolada en su sede de Nueva York. Las enseñas de todos los países rindieron similar tributo en los estadios alemanes donde se jugaban los encuentros por el Campeonato Mundial de Fútbol. En cada uno de los partidos disputados a partir del 1º de julio, se interrumpió el juego por un minuto para rendir homenaje al viejo líder argentino. Igual medida dispusieron las autoridades del Campeonato Mundial de Básquetbol que se disputaba en San Juan de Puerto Rico.”“En Lima, Nueva York, Brasilia, Roma, Washington y en casi todas las grandes capitales se rezaron misas in memorian del presidente muerto, y el propio papa Pablo VI le dedicó –el martes 2- la misa que celebró en la capilla privada del tercer piso del Palacio Apostólico del Vaticano.”
[…]
Hoy nosotros, sus trabajadores, le rendimos nuestro sentido homenaje.