Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia
Recordamos el comienzo de una etapa verdaderamente trágica en nuestra patria.
En esa fecha, en el año 1976, las Fuerzas Armadas de nuestro país abandonaron (otra vez) su rol constitucional y usurparon el gobierno derrocando a la entonces presidenta constitucional María Estela Martínez de Perón.
Poco antes de la una de la mañana, la presidenta Isabel fue detenida en el Aeroparque Jorge Newbery y llevada en helicóptero a la residencia de El Messidor. El golpe de estado comenzó con estas palabras pronunciadas por el entonces general José Rogelio Villarreal:- “Señora, las Fuerzas Armadas han decidido tomar el control político del país y usted queda arrestada.”
Posteriormente a las 03:10 los militares ocuparon todas las estaciones de televisión y radio. Se cortó la programación regular y se emitió el primer comunicado a través del locutor Juan Vicente Mentesana:
“Comunicado número uno de la Junta de Comandantes Generales:
Se comunica a la población que a partir de la fecha, el país se encuentra bajo el control operacional del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas. Se recomienda a todos los habitantes el estricto acatamiento a las disposiciones y directivas que emanen de autoridad militar, de seguridad o policial, así como extremar el cuidado en evitar acciones y actitudes individuales o de grupo que puedan exigir la intervención drástica del personal en operaciones.
Firmado: Teniente General Jorge Rafael Videla, Almirante Emilio Eduardo Massera y Brigadier Orlando Ramón Agosti.”
Inmediatamente fue declarado el estado de sitio e impuesta la ley marcial. En todas las ciudades del país se estableció el patrullaje militar. Desde el primer día comenzó una represión feroz, cientos de trabajadores, sindicalistas, estudiantes y militantes políticos fueron secuestrados de sus hogares, lugares de trabajo o en la calle.
Fueron destituidos los gobernadores de las provincias. Fueron removidos los miembros de la Corte Suprema de Justicia. El Congreso Nacional fue disuelto, así como también las Legislaturas Provinciales. Disolvieron los partidos políticos. Intervinieron los sindicatos, y se prohibió toda actividad gremial, suspendiendo todos los derechos de los trabajadores. Los medios de comunicación fueron censurados, y se quemaron libros y revistas.
Comenzaba una de las etapas más oscuras y dolorosas de toda nuestra vida como país. El auto denominado “Proceso de Reorganización Nacional” duró 8 larguísimos años. Mediante la violencia de estado se impuso la represión ilegal: secuestros, torturas, desapariciones, muertes, robos, apropiación de niños, desapariciones. Terrorismo de Estado.
Al cabo de 8 años de una dictadura cruel, la situación económica empeoró. El régimen militar llevó al país a una tremenda crisis política, económica y social.
El día 2 de abril de 1982, un gobierno de facto completamente debilitado decidió de manera sorpresiva, que tropas argentinas recuperaran las islas Malvinas, en lo que nos comunicaron como una hazaña heroica. Finalmente resultó en un contundente desastre y fracaso militar. Más de 600 jóvenes argentinos perdieron su vida. El gobierno de facto quedó completamente deteriorado.
En 1983 recuperamos AL FIN la democracia.
Quedó para siempre en la memoria el dolor, la tristeza y el penoso aprendizaje, que dejó en nuestra patria una poderosa decisión, una certeza que nos trasciende. Una orden:
¡NUNCA MÁS!