Alta en el Cielo

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Bandera de la Patria, celeste y blanca, símbolo de la unión y de la fuerza con que nuestros padres nos dieron Independencia y Libertad.

Hoy podemos decir con amor y orgullo estas palabras de la oración a la Bandera que aprendimos en la escuela. La Independencia y la Libertad se lograron gracias al patriotismo, coraje y decisión irrenunciable de inmensos patriotas como nuestro General Manuel Belgrano, quien no solo creó nuestro estandarte sino que además tuvo que defender esa creación ante sus propios compatriotas.

Entre 1810 y 1812, encabezó las tropas patriotas que lucharon contra los realistas en la Banda Oriental y en Paraguay. Sus soldados estaban usando escarapelas de distintos colores y él consideró necesario uniformarlos con un distintivo común dado que defendían una única causa, liberar la patria de los realistas.

El 13 de febrero de 1812, solicitó mediante una nota al Triunvirato que se establezca el uso de la escarapela nacional bicolor: azul-celeste y blanco, omitiendo el color rojo porque las tropas españolas y proespañolas lo estaban usando en sus emblemas y así lo expresó por escrito.

Respondiendo a su pedido el 18 de febrero de 1812, el Primer Triunvirato resolvió reconocer la Escarapela Nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata con los colores blanco y azul-celeste.

Belgrano vuelve a escribirles el 26 de Febrero:

"Las banderas de nuestros enemigos son las que hasta ahora hemos usado; pero ya que V.E. ha determinado la escarapela nacional con que nos distinguiremos de ellos y de todas las naciones, me atrevo a decir a V.E. que también se distinguieran aquéllas, y que en estas baterías no se viesen tremolar sino las que V.E. designe. ¡Abajo, Excelentísimo Señor, esas señales exteriores que para nada nos han servido y con las que parece que aún no hemos roto las cadenas de la esclavitud!"

Este logro entusiasmó el corazón del patriota e inmediatamente Belgrano diseñó, respetando los colores de la escarapela NUESTRA BANDERA, y allí mismo, en las baterías "Libertad" e "Independencia" la hizo jurar a sus soldados:

"¡Soldados de la Patria! En este punto hemos tenido la gloria de vestir la escarapela nacional que ha designado nuestro Excmo. Gobierno: en aquel, la batería de la Independencia, nuestras armas aumentaran las suyas; juremos vencer a nuestros enemigos interiores y exteriores, y la América del Sur será el templo de la Independencia y de la Libertad.
En fe de que así lo juráis, decid conmigo ¡Viva la Patria!
Señor capitán y tropa destinada por la primera vez á la batería Independencia; id, posesionaos de ella, y cumplid el juramento que acabáis de hacer."

Luego, mandó un oficio al Gobierno comunicando el hecho:

"Excmo. Señor,

En este momento, que son las seis y media de la tarde, se ha hecho salva en la batería de la Independencia, y queda con la dotación competente para los tres cañones que se han colocado, las municiones y la guarnición.

He dispuesto para entusiasmar las tropas y á estos habitantes, que se formasen todas aquellas, y les hablé en los términos de la copia que acompaño.

Siendo preciso enarbolar bandera, y no teniéndola, la mandé hacer blanca y celeste, conforme á los colores de la escarapela nacional: espero que sea de la aprobación de Vuestra Excelencia.

Rosario, 27 de febrero de 1812. Excmo. Señor,

Manuel Belgrano.

Excmo. gobierno superior de las Provincias del Rio de la Plata."

Este mismo día, el Triunvirato le ordenó hacerse cargo del Ejército del Norte. Gobernaba en Buenos Aires el Primer Triunvirato, eran momentos difíciles, en los que Bernardino Rivadavia estaba negociando con Gran Bretaña la retirada de los portugueses de la Banda Oriental, y la condición para esa retirada era que no se mencionase el tema de la independencia.

Al enterarse el Triunvirato de la decisión de Belgrano de crear una bandera propia, y de su jura, reaccionó inmediatamente:

"El gobierno deja a la prudencia de V.S. mismo la reparación de tamaño desorden (la jura de la bandera), pero debe prevenirle que ésta será la última vez que sacrificará hasta tan alto punto los respetos de su autoridad y los intereses de la nación que preside y forma, los que jamás podrán estar en oposición a la uniformidad y orden. V.S. a vuelta de correo dará cuenta exacta de lo que haya hecho en cumplimiento de esta superior resolución".

Sin embargo el general Belgrano no se enteró del rotundo rechazo del gobierno a la nueva bandera y su jura, dado que siguiendo las órdenes del Triunvirato emprendió inmediatamente la marcha al norte y siguió usando la bandera nacional que fue bendecida el 25 de mayo de 1812 en la Catedral de Jujuy por el sacerdote Juan Ignacio Gorriti.

En julio recibió finalmente la intimación del Triunvirato y contestó admitiendo que en dos oportunidades había izado la bandera para:

"exigir a V.E. la declaración respectiva en mi deseo de que estas provincias se cuenten como una de las naciones libres del globo".

Concluye la carta indignado diciendo que destruirá la bandera:

"La desharé para que no haya ni memoria de ella. Si acaso me preguntan responderé que se reserva para el día de una gran victoria y como está muy lejos, todos la habrán olvidado".

En octubre de 1812 las cosas comenzaron a cambiar, cayó el Primer Triunvirato y el Segundo Triunvirato, bajo la influencia de la Logia Lautaro creada por San Martín y la Sociedad Patriótica dirigida por Bernardo de Monteagudo, dio un nuevo impulso a la guerra revolucionaria, avaló lo actuado por Belgrano y éste pudo hacer jurar la bandera por sus tropas a orillas del río Pasaje, que desde entonces se llama Juramento.

El Congreso de Tucumán se encargó de desagraviar a Belgrano de aquel famoso reto del Triunvirato reivindicando su actuación patriótica y ratificando la bandera "celeste y blanca que se ha usado hasta el presente y se usará en lo sucesivo" como símbolo nacional.

Y hoy la podemos ver flameando en todos nuestros mástiles. 

El 20 de Junio es el día de nuestra bandera en memoria de un apasionado patriota el GENERAL MANUEL BELGRANO, quien falleció el 20 de Junio de 1820.-