A 41 años de la desaparición física de Juan Domingo Perón. Aquél triste 1° de julio de 1974, donde ése hombre se quedó para siempre en el corazón del pueblo argentino.
Un pueblo entero lloró su desaparición física, para inscribirse para siempre en la historia nacional y popular. Un hombre, una historia, un nombre, que cambió la realidad de la Argentina, devolviéndole al pueblo lo que le habían quitado, y lo que nunca habíamos tenido.
Una bisagra. Un antes y un después.
Ese hombre que perdura en el hoy, que sigue siendo bandera, que sigue siendo ejemplo, que continúa marcando caminos, que permanece en la voz de todas las gargantas que entonan su canción, la nuestra, la del pueblo.
Otorgando derechos. Dando dignidad. Multiplicando posibles. Ese hombre, ese Líder, fue quien escribió una de las páginas más importantes de la historia, allí donde se quedan para siempre, en la gloria, en la historia. A quien nos dio, nos enseñó, nos condujo, no lo recordamos, porque siempre está presente, porque “Los que mueren por la vida no merecen llamarse muertos”.
Tu legado es el nuestro, del de tu pueblo de overol y lucha, el de tu pueblo que se alza y amplía derechos, y arremete con la fuerza de los sueños de seguir conquistando y manteniendo la Independencia económica, la soberanía política y la justicia social.
A ese General que vale tanto, ¡Gracias!