20 de Noviembre Día de la Soberanía
Promediaba la mitad del S. XIX y el mundo era muy grande para las potencias imperiales que iban por las colonias independizadas para sumarlas a su lista como una nueva joya.
Por estas pampas, el comercio era un tema de conflicto dado que los pocos gobernadores de esa época (no se pueden contar los territorios de la actual Patagonia y otros del Noroeste y Noreste) habían conocido pronto ese valor y defendían sus fronteras con impuestos a los productores que quisieran llegar al gran puerto que estaba en Buenos Aires y que era la entrada y la salida a ultramar.
Aprovechando esta interna, Francia e Inglaterra resuelven tratar de modo directo con las provincias desconociendo la autoridad de la Confederación sobre ellas.
La jornada del 20 de noviembre de 1845 fue el cierre de ese accionar invasor. Conocida como la Batalla de la Vuelta de Obligado, combate que enfrentó a las fuerzas nacionales con representantes anglofranceses. Ese día, la entrada de las flotas imperiales fue recibida por un centenar de naves a modo de primera barrera para el ingreso de los intrusos. Por detrás, una corbeta imponía su majestuosidad ante las superpotencias y a sus espaldas, pendiendo de pequeñas embarcaciones y aprovechando un recodo del cauce, grandes cadenas que flanqueaban las orillas con el fin de impedir su andar río arriba.
La flota invasora logró así remontar el Paraná aunque debió soportar el hostigamiento de las fuerzas patriotas a lo largo del trayecto. La empresa comercial de los intrusos fracasó pues las mercaderías ofrecidas en los distintos puertos provinciales no fueron adquiridas por los nativos. La falta de rédito político y comercial de la incursión colonialista europea obligó a sus gobiernos imperiales a poner fin al bloqueo del puerto de Buenos Aires y a reconocer la soberanía argentina de los ríos interiores.
Este hecho terminó fortaleciendo los lazos políticos, la economía y el ordenamiento jurídico que, tiempo después, dio lugar a la naciente nación que hoy conocemos y honramos.
17 de Noviembre Día de la Militancia
El 17 de noviembre de 1972 había amanecido gris y la lluvia hacía que la incertidumbre fuera aún mayor. Se esperaba que, por fin, la hazaña se completara después de que otras fallidas dejarán con las manos vacías y los corazones tristes a tanto seguidor que ya no era el del `45 ni del `55 sino una nueva generación más consciente y combativa.
Se pensaba en esa llegada a su patria cruzada por sangre y fuego, con el paso de revueltas como el Mayo Francés y el Cordobazo en el lomo del mundo y de nuestra propia piel, y la necesidad de liderazgo en las riendas de una Argentina que perdía el rumbo con el liberalismo como bandera de ajuste y apertura indiscriminada a la desigualdad.
Perón sabía de su responsabilidad en esa segura última vuelta por su avanzada edad y su enorme capital político para aunar a propios y ajenos en un solo objetivo: volver a hacer grande a la nación.
Desde España llegaban las mejores noticias y en ese vuelo la esperanza crecía. Cientos de miles creían en el milagro y la Providencia los escuchó cuando el avión aterrizó y vieron bajar bajo una lluvia tenue y amigable a Juan Domingo Perón con los brazos en alto junto a nuestro José Ignacio Rucci como garantía de lealtad para seguir escribiendo la historia más esperada.
A 48 años de la lealtad más pura, celebramos el Día del Militante Justicialista honrando nuestras banderas de soberanía política, independencia económica y justicia social.
¡Feliz día compañeros!
Perón es electo para un segundo mandato
Las elecciones para presidente de 1951 estuvieron atravesadas por la participación inaugural del padrón femenino que había accedido a ese derecho con la ley xxx de 1947. La campaña para el voto de la mujer había comenzado con la sanción de la norma pero no había concluido ahí dado que las políticas que el gobierno llevaba a cabo desde su asunción en 1945 daban a ese sector una autonomía económica inédita. La imagen de Eva Perón, de salud muy delicada e internada en el Policlínico Presidente Perón en Avellaneda, ejerciendo su derecho al voto en esa jornada histórica es un símbolo de la fuerza de las mujeres de ese tiempo.
A su vez, al crecimiento de la economía se sumaba un gran ascenso social hacia las capas medias que motorizaba las industrias de electrodomésticos y automotriz. Con la llegada de la televisión en este mismo año, la industria del entretenimiento se diversificó y con la llegada de las publicidades de bienes para el hogar llegó a cada ama de casa las virtudes de las aspiradoras y las batidoras junto a las máquinas de coser que ya eran infaltables.
La fórmula Juan Domingo Perón-Juan Hortensio Quijano arrasó con el 63.40% de los votos directos de los argentinos. El gobierno profundizó sus políticas de justicia social y dio más impulso a la industria y a la promoción de la educación superior en universidades nacionales.
Durante el tiempo que este segundo mandato fue legal y legítimamente transcurrido, se pudo cómo las diversas áreas de la producción y los servicios se desarrollaban y crecían generando una ocupación de mano de obra cercana al pleno empleo, con salarios que eran un ejemplo en la región y en el mundo con un equilibrio entre el capital y el trabajo que alcanzó un 50%.
La infame Revolución Libertadora truncó el periodo democrático inaugurado un día como hoy en 1951 pero no pudo acallar la fuerza de nuestro movimiento ni la figura del gran líder que encarnaría Juan Domingo Perón.