El 17 de noviembre de 1972 había amanecido gris y la lluvia hacía que la incertidumbre fuera aún mayor. Se esperaba que, por fin, la hazaña se completara después de que otras fallidas dejarán con las manos vacías y los corazones tristes a tanto seguidor que ya no era el del `45 ni del `55 sino una nueva generación más consciente y combativa.
Se pensaba en esa llegada a su patria cruzada por sangre y fuego, con el paso de revueltas como el Mayo Francés y el Cordobazo en el lomo del mundo y de nuestra propia piel, y la necesidad de liderazgo en las riendas de una Argentina que perdía el rumbo con el liberalismo como bandera de ajuste y apertura indiscriminada a la desigualdad.
Perón sabía de su responsabilidad en esa segura última vuelta por su avanzada edad y su enorme capital político para aunar a propios y ajenos en un solo objetivo: volver a hacer grande a la nación.
Desde España llegaban las mejores noticias y en ese vuelo la esperanza crecía. Cientos de miles creían en el milagro y la Providencia los escuchó cuando el avión aterrizó y vieron bajar bajo una lluvia tenue y amigable a Juan Domingo Perón con los brazos en alto junto a nuestro José Ignacio Rucci como garantía de lealtad para seguir escribiendo la historia más esperada.
A 48 años de la lealtad más pura, celebramos el Día del Militante Justicialista honrando nuestras banderas de soberanía política, independencia económica y justicia social.
¡Feliz día compañeros!
17 de Noviembre Día de la Militancia
Perón es electo para un segundo mandato
Las elecciones para presidente de 1951 estuvieron atravesadas por la participación inaugural del padrón femenino que había accedido a ese derecho con la ley xxx de 1947. La campaña para el voto de la mujer había comenzado con la sanción de la norma pero no había concluido ahí dado que las políticas que el gobierno llevaba a cabo desde su asunción en 1945 daban a ese sector una autonomía económica inédita. La imagen de Eva Perón, de salud muy delicada e internada en el Policlínico Presidente Perón en Avellaneda, ejerciendo su derecho al voto en esa jornada histórica es un símbolo de la fuerza de las mujeres de ese tiempo.
A su vez, al crecimiento de la economía se sumaba un gran ascenso social hacia las capas medias que motorizaba las industrias de electrodomésticos y automotriz. Con la llegada de la televisión en este mismo año, la industria del entretenimiento se diversificó y con la llegada de las publicidades de bienes para el hogar llegó a cada ama de casa las virtudes de las aspiradoras y las batidoras junto a las máquinas de coser que ya eran infaltables.
La fórmula Juan Domingo Perón-Juan Hortensio Quijano arrasó con el 63.40% de los votos directos de los argentinos. El gobierno profundizó sus políticas de justicia social y dio más impulso a la industria y a la promoción de la educación superior en universidades nacionales.
Durante el tiempo que este segundo mandato fue legal y legítimamente transcurrido, se pudo cómo las diversas áreas de la producción y los servicios se desarrollaban y crecían generando una ocupación de mano de obra cercana al pleno empleo, con salarios que eran un ejemplo en la región y en el mundo con un equilibrio entre el capital y el trabajo que alcanzó un 50%.
La infame Revolución Libertadora truncó el periodo democrático inaugurado un día como hoy en 1951 pero no pudo acallar la fuerza de nuestro movimiento ni la figura del gran líder que encarnaría Juan Domingo Perón.
Día de la Tradición
El 10 de noviembre de 1834 nacía en Buenos Aires una de las figuras que supo conocer y describir el alma y la vida de los gauchos argentinos. Su vida dio un vuelco cuando junto a su padre debió afincarse en una estancia de las afueras de la ciudad y desde ahí el contacto estrecho y diario con la peonada lo llevó a las entrañas de esos seres que vivían en las pampas sin más ley que su cuchillo.
Había sido bendecido con una buena cuna y su beneficio más grande fue acceder a la educación que lo llevó a ser un sagaz periodista por su observación y análisis de la realidad política de su tiempo. Fue protagonista de las luchas entre federales y unitarios y cuando la actualidad le daba respiro, se fundía en relatos que tomaba de sus vivencias. Así nació El Gaucho Martín Fierro y su continuación La Vuelta de Martín Fierro, una pieza literaria escrita en verso que describía las andanzas de un gaucho campero y su relación con el amor, la amistad, la ley y el poder.
Publicado por entregas como un folletín en el diario La República, pronto fue compilado y editado en formato libro apropiándose de la esencia romántica del interior rural.
Celebramos el Día de la Tradición en honor al nacimiento del padre del Martín Fierro y citamos unos de los tantos versos que cuentan la sabiduría del hombre de campo:
“Muchas cosas pierde el hombre
que a veces las vuelve a hallar
pero les debo enseñar
y es bueno que lo recuerden/ si la vergüenza se pierde
jamás se vuelve a encontrar”