Perón es el único presidente argentino que juró tres veces la Constitución Nacional y en todas sus elecciones fue electo por la mayoría de sus compatriotas. En su tercer mandato asumido un 23 de septiembre de 1973, venía de un exilio y de una proscripción infame de 17 años y con muchos años sobre sus huesos.
La nación sufría, además, la falta de libertades individuales por las sucesivas dictaduras y una crisis económica inédita que incluía el fenómeno de inflación y un contexto internacional signado por un aumento desconsiderado del Petróleo y la lucha ideológica de la Guerra Fría. Como no era posible que Perón estuviera en la fórmula, como estrategia política se decidió que Héctor Cámpora junto a Vicente Solano Lima la integraran pero era un grito a voces que la sombra del General estaba por detrás y que una vez alcanzado el poder, las consecutivas renuncias lo llevarían a una nueva elección, sin prescripciones de ningún tipo, y a un nuevo mandato.
Con un 63% de los votos, asume y concreta lo que sería su último gran deseo: servir al pueblo argentino. Aunque su salud era débil, lo dio hasta el límite de sus fuerzas y nunca pensó en el retiro hasta que la muerte lo sorprendió unos meses después.
Hoy recordamos su esfuerzo y su dedicación al servicio del su patria, su defensa de los trabajadores y su lucha eterna por la justicia social.
Tercera Presidencia de Perón 1973-1974
Voto Femenino en Argentina
El 23 de septiembre de 1947, después de una larga sesión en el Congreso Nacional y con media sanción del Senado, la Ley 13.010 conocida desde entonces como Derechos Políticos de la Mujer vio la luz y le otorgó a la mitad de la población argentina un derecho del que carecía: elegir representantes y ser elegidas como ciudadanas de pleno derecho.
El Movimiento Sufragista Femenino ya tenía más de 50 años en el mundo cuando América recién comenzó a pensar en sumar a las mujeres a la vida política pública, aporte que desde las luchas por la independencia había sido muy activa y hasta decisiva pero siempre en el ámbito de lo privado.
Mientras Argentina transitaba gobiernos democráticos y de facto, la llegada del Movimiento Justicialista y su batalla para integrar sectores postergados como niños, mujeres y ancianos, supo que era imposible seguir siendo igualitario sin la integración de estas últimas que ya eran compañeras de lucha y sujetos activos en la economía como trabajadoras y organizadoras del hogar.
Con la llegada y nueva visión de Evita al espectro social, el presidente Perón terminó de darle forma e impulso al sueño de muchas y el 23 de septiembre de 1947, habiendo quedado “cajoneada” por casi un año, la ley se aprobó. En 1951, miles de mujeres se presentaron a votar por primera vez y el destino quiso que fuera la única para la Abanderada de los Humildes, que fallece al año siguiente.
La gran campaña para conquistar el voto femenino tuvo en Eva Perón una aliada incondicional que hizo uso de la radio para llegar a todos los rincones del país y hasta pidió a la CGT que la acompañara con una manifestación el mismo glorioso 23 de septiembre.
Las mujeres han seguido conquistando espacios pero siguen pidiendo, en este nuevo siglo, igualdad de oportunidades en un mundo que las mira con asombro por todo lo alcanzado.