El 11 de septiembre de 1888, en la República de Paraguay, moría uno de los grandes próceres que tuvo nuestro país y que nos llevó al nuevo siglo mucho antes que el resto de América Latina: Domingo Faustino Sarmiento
Nacido en San Juan un 15 de febrero de 1811, pequeño tuvo una facilidad y una afición por la lectura muy a pesar de nacer en un hogar no ilustrado. Su madre lo instó a ingresar al clero pero Sarmiento postuló a una beca de estudios en Buenos Aires, que no ganó, y debió irse a San Luís a probar suerte como tendero. Tiempo después, recala en Chile donde su buena prosa y su visión crítica de la realidad política lo llevarían a ser periodista y escritor.
En Chile, Sarmiento maduró como profesional y como hombre, formó una familia y se dio a conocer, sobre todo, en la sociedad local. Fue muy comentada su entrevista en 1848 con el general San Martín, en la casa del Libertador en Francia. Así, el nombre de Sarmiento comenzó a escucharse en altos círculos de la política y sus opiniones a ser tenidas en cuenta, también, tras Los Andes. En La necesidad de progreso industrial, de avanzar en las comunicaciones y en la educación se plasma en Viajes por Europa, África y América, 1845-1847.
Alternando entre Santiago y Buenos Aires, en 1862 es ungido gobernador de San Juan generando un proceso de modernización en la provincia. Renuncia un año después por un desacuerdo con el gobierno central y nombrado como ministro plenipotenciario comienza una gira que lo lleva a EE.UU. Meses más tarde, es electo presidente de la República en 1868.
No fue sino hasta 1884 que el Congreso Nacional aprobó la Ley 1420 de Educación Común, Gratuita y Obligatoria donde se instituyó la obligatoriedad de la escuela primaria para todos los niños.
Hoy, esa ley nos sigue posicionando como una de las naciones más progresistas del globo y nos compromete a seguir viendo al crecimiento educativo como una herramienta para crear nuevos y mejores ciudadanos. La docencia es una vocación y un trabajo y desde acá siempre acompañaremos a los compañeros en su reclamo de salario digno y buenas condiciones para ellos y sus alumnos.
11 de Septiembre Día del Maestro
7 de Septiembre Día del Metalúrgico
Cada 7 de septiembre celebramos el día del metalúrgico, nuestro día, recordando a quien fue el primero que por estas pampas ejerció el trabajo que nació como oficio, y que se transmitió a través de la oralidad, y que hoy ha alcanzado stándares superlativos.
Hablamos de Fray Luís Beltrán quien nacía un día como hoy de 1784 en San juan pero que se crió en otra provincia cuyana, Mendoza. En ese tiempo, las revoluciones en Europa y en América del Norte y la nueva categoría de ciudadano, daban nuevas ideas de emancipación y libertad a los pueblos y el tomar las armas era una necesidad para la defensa de sus derechos. Así lo entendió Beltrán y en su doble tarea, como hombre de fe y metalúrgico, fue un hacedor en las fundiciones que fabricaron cañones, granadas y balas para combatir contra los españoles en el campamento de El Plumerillo, junto a varios centenares de voluntarios. Contaba Bartolomé Mitre que para tener materia prima, Beltrán descolgaba las campanas de las torres.
Además de sus dotes con la transformación de los metales, Beltrán era muy habilidoso con muchos otros oficios: dibujante, bordador, carpintero, relojero, pirotécnico, físico, químico, herrero y hasta aplicó conocimientos de medicina.
Su apoyo a la causa independestista del Río de la Plata y demás colonias en América Latina lo llevó a dar su vida llegando, incluso, a renunciar a la Orden Franciscana a la que pertenecía para dedicar su tiempo y sus recursos a ella. Un desencuentro con Simón Bolívar lo sumió en una depresión y a tomar malas decisiones. Finalmente, murió el 8 de diciembre de1827 con apenas 43 años.
Servir a la Patria y ponerse a su orden fueron las máximas que Fray Luís Beltrán sostuvo con sus acciones y su empuje a la incipiente metalurgia en la región lo destaca como el primero de nosotros y hoy honramos su memoria reconociendo en él el oficio de metalúrgico y la incondicional lucha por la grandeza de la Nación.
2 de Septiembre Día de la Industria
La industrialización de las materias primas es un proceso que ha ido desarrollándose desde pequeños productos hasta las conocidas inteligencias artificiales. Su finalidad siempre fue generar la mayor cantidad de bienes para la mayor cantidad de consumidores y es desde la remota mecanización hasta desarrollos de alta complejidad como los exoesqueletos, que la industria ha sido vital para el progreso económico y social de las naciones. Los métodos fueron variando y la mayor eficiencia es el factor de innovación en la herramienta y que permitió avances en áreas como alimentación, salud, transporte e informática.
En nuestro país, se recuerda un primer cargamento de productos manufacturados en estas costas y con partida un 2 de septiembre de 1587 desde el puerto de Lima, por entonces entrada y salida de las colonias españolas desde la fundación del Virreinato del Alto Perú en 1542, que, además, encubría un contrabando de metales preciosos cuya prohibición estaba regulada por la Cédula Real.
Cuatro siglos después, la Unión Industrial Argentina toma ese día de 1587 para conmemorar a la industria nacional.
Como motor de progreso universal y siendo un rubro que motoriza a la economía, hoy celebramos ser parte y poder acompañar a los trabajadores cada jornada y de defender su empleo, su seguridad y sus derechos.
Desaparición de felipe Vallese
Su vida está marcada por los inicios de una modalidad que pronto sería tristemente usual: la desaparición forzada de personas por las fuerzas de seguridad.
Nacido en la localidad de San Martín un 14 de abril de 1940, sus días de adolescente dieron un vuelco el día el bombardeo a la Plaza de Mayo al ver pasar un colectivo atestado de gente que se dirigía a apoyar al presidente Perón. Felipe Vallese tenía 15 años.
Desde allí, fue un ferviente defensor de la ideas del Movimiento Obrero Justicialista y ya habiendo ingresado como operario a la fábrica TEA en el barrio de Flores, donde fuera electo delegado gremial de la UOM a temprana edad, se convirtió en referente de la Juventud peronista (JP).
Unos meses antes de su secuestro y posterior desaparición, un hecho confuso sucedió cercano a su hogar: dos policías habían sido asesinados y a pesar de lo dudoso del hecho se culpó a Pocho Rearte, joven militante de la JP, como el autor material. La cercanía de Rearte con Vallese bastó para que lo secuestraran en las cercanías de TEA y que, simultáneamente, apresaran a su hermano, su familia y otros moradores en su casa.
El 23 de agosto de 1962 fue trasladado en la clandestinidad a la comisaría 1° de San Martín donde fue torturado hasta la muerte con la intención de develar el paradero de Rearte. Su cuerpo nunca fue hallado y con apenas 22 años fue el primer dirigente peronista desaparecido. El subinspector Juan Fiorillo, por entonces Jefe de la Brigada de Servicios Externos de la Unidad Regional de San Martín, fue señalado como quien habría dirigido el operativo de secuestro y posterior desaparición de Felipe Vallese pero un comunicado del Ministerio del Interior lo libró de culpa y cargo al negar que Vallese hubiera permanecido nunca en alguna dependencia policial…
Víctima de persecución política por la infame proscripción al peronismo, la memoria y el recuerdo de nuestro compañero Felipe Vallese está más presente que nunca en el corazón justicialista en un nuevo aniversario de su desaparición.