Día de la Industria
Hoy se conmemora en nuestra nación el Día de la Industria en homenaje a la primera exportación llevada a cabo por nuestros compatriotas en los albores de la historia de la actual República de Argentina.
El 2 de septiembre de 1587, habiendo transcurrido solo 7 años desde el 11 de junio de 1580, día en el que Juan de Garay fundó por segunda vez la Ciudad de la Trinidad y Puerto de Santa María del Buen Ayre, se produjo la primera exportación de productos nacionales.
Ese día zarpó rumbo a Brasil la carabella San Antonio desde el fondeadero del Riachuelo, llevando el primer embarque para exportación de nuestra historia. En sus bodegas transportaba productos textiles que habían sido elaborados con materias primas originarias de localidades pertenecientes a lo que hoy son las provincias de Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca. Esta primera exportación dio también nacimiento a la Aduana.
Así relatado, en el contexto actual no parece un acontecimiento tan destacado. Para comprender su dimensión tenemos que situarlo en el momento histórico en el que tuvo lugar. Nuestros compatriotas estaban bajo la jurisdicción del Virreynato del Perú, sometidos a una dependencia no solo política, también la situación económica colonial era muy negativa y burocrática. Por otra parte los pobladores vivían en poblaciones separadas entre sí por grandes distancias, sin caminos, ni rutas fluviales o marítimas. El transporte de mercaderías hacia el puerto de Buenos Aires implicaba enormes inconvenientes, demoras y peligros, además las normas del comercio hispano eran barreras imposibles de cumplir.
Esta fecha homenajea el valeroso espíritu emprendedor de aquellos productores. Primero dieron valor agregado a sus excedentes productivos, luego tuvieron el coraje de arriesgarse no solo a superar las dificultades que tenían a raíz de las desalentadoras normas del gobierno colonial sino que además se decidieron a enfrentar el desafío de llevar sus mercancías desde su lugar de origen hasta la muy remota Buenos Aires, para luego de tal hazaña, vender la producción nacional fuera de nuestro territorio. Es por eso que esta fecha es tan importante.
Es verdad que, además de estos productos, ese embarque también llevaba oro y plata provenientes del Alto Perú. En otras palabras, "contrabando". Debido a eso y por otras causas, el entonces obispo Francisco do Vittoria fue expulsado de estas tierras y juzgado en España. Ninguna ilegalidad cometieron los productores textiles.
La Unión Industrial de Argentina (UIA) proclamó por primera vez el 2 de septiembre como una celebración nacional en el año 1937. Posteriormente, en 1941 el Presidente Ramón Castillo firmó el decreto presidencial que ratificó dicha fecha.
La Industria Nacional es uno motor central de la economía, uno de los que más mano de obra ocupa y continúa siendo esencial en el desarrollo económico y social de nuestro país.
Desde su origen la UOM defiende el derecho de los trabajadores a desempeñarse en puestos de trabajo genuinos, percibiendo salarios dignos, siendo respetados en sus derechos laborales, en ambientes seguros, cuidando su salud. También pugnamos por brindarles la capacitación y formación necesarias para que puedan enfrentar los desafíos de la constantemente renovada demanda de aptitudes laborales.
En ese espíritu peronista, con la mira puesta en la dignidad de los trabajadores, los metalúrgicos siempre hemos levantado y seguiremos sosteniendo firmemente las banderas en defensa de nuestra Industria Nacional.
23 de agosto de 1962, Felipe Vallese desaparece
Hoy se cumplen 57 años del aniversario del secuestro y desaparición de Felipe Vallese.
Felipe Vallese había salido de su casa (Morales 628, Capital Federal) un 23 de agosto de 1962 a las 23 horas y se dirigía por la calle Canalejas rumbo a la fábrica TEA (Trafilación y Esmaltación de Alambres) donde trabajaba como obrero metalúrgico y delegado. En su camino, fue interceptado por 7 hombres armados quienes lo golpearon y lo metieron en un auto que escapó velozmente. Era también militante de la Juventud Peronista durante la resistencia.
Minutos después, en su domicilio, cayeron en la redada la esposa de Felipe, Elvia de la Peña, un matrimonio que también vivía allí, Agustín Adaro y Mercedes Cerviño y el hermano del obrero secuestrado, Italo Vallese. También estaban en la casa, Felipe Vallese (h) de 3 años de edad y dos niñas de 8 y 10 años, hijas de una de las detenidas.
“El primer recuerdo que tengo es la imagen de un grupo de personas armadas entrando a mi casa y llevándose a la gente que vivía conmigo en una casa de Flores. Desde ese día lucho para conocer mi identidad y reconstruir la historia de mi viejo”, rememora Felipe Vallese hijo.
Todos fueron secuestrados y terminaron en poder de la policía de San Martín, donde fueron torturados cumpliendo directivas de la superioridad para la prevención y represión de actividades subversivas y disolventes, al mando de Juan Fiorillo.
Según parece, el motivo que tuvo la policía para esta intervención, fue intentar averiguar el paradero de (Alberto) ‘Pocho’ Rearte, a quien se consideraba implicado en el asesinato de dos policías.
La policía de San Martín anunció la detención y la dio como efectuada el 3 de setiembre, bajo los cargos de que Vallese poseía panfletos y libros de propaganda peronista, armas de fuego y una chaqueta del ejército.
La tormenta desatada por la desaparición de estas personas cobró fuerza y dos jueces tomaron esos procesos, descubrieron la farsa y declararon nulas las acusaciones liberando a los detenidos (salvo a Felipe Valiese).
Las informaciones permiten reconstruir que el obrero metalúrgico estuvo en primer término alojado en la comisaría 1ª San Martín. Después pasó al destacamento policial de José Ingenieros, donde fue objeto de torturas y vejámenes. Por último, se lo llevó a la comisaría de Villa Lynch. Es allí donde se pierde el rastro, pero se supone que murió en una de las sesiones de tortura y su cadáver fue enterrado en un lugar que aún hoy se ignora.
Su nombre es desde entonces símbolo de aquella juventud que no reparó en peligros por la defensa de sus ideales. En su memoria, la calle Canalejas hoy lleva su nombre y así también se denomina el salón de actos de la CGT en su sede de la calle Azopardo 802 de la Capital Federal.
Hoy los metalúrgicos le rendimos homenaje, con profundo dolor y respeto.
22 de agosto, Renunciamiento de Evita
La primera presidencia de Juan Domingo Perón estaba en su quinto año y ya se descontaba que en las siguientes elecciones iba a ser reelecto.
Hacia febrero de 1951, comenzó a gestarse una movilización popular liderada por los sindicatos, apoyada por la CGT, el partido peronista femenino y centenares de agrupaciones políticas para imponer el cargo de la vicepresidencia del próximo período a Eva Duarte. Para el 11 de noviembre de 1951 estaban convocadas las elecciones presidenciales y era urgente para el peronismo lanzar su fórmula.
El 22 agosto se desarrolló el Cabildo Abierto del Justicialismo, miles de personas se congregaron en el Ministerio de Obras Públicas, frente de un balcón ministerial del cual colgaba un cartel que rezaba: “Juan Domingo Perón-Eva Perón – 1952-1958, la fórmula de la patria”.
Ese día el entonces Secretario General de la CGT, compañero José Espejo, pidió frente a una multitud entusiasmada que Perón y a Eva, aceptaran sus respectivas candidaturas a Presidente y Vice.
Eva salió al balcón pero lejos de confirmar lo que todos buscaban escuchar, pidió algunos días para tomar la decisión.
Nueve días más tarde, el 31 de agosto de 1951, Evita anunció por la radio su "irrevocable renuncia al honor que los trabajadores y el pueblo de su patria quisieron conferirle en el histórico cabildo abierto del 22 de agosto".
"Ya en aquella misma tarde maravillosa, que nunca olvidarán ni mis ojos ni mi corazón, yo advertí que no debía cambiar mi puesto de lucha en el Movimiento Peronista por ningún otro puesto."
Tengo una sola y gran ambición personal: que de mí se diga que hubo al lado de Perón una mujer que se dedicó a llevarle al presidente las esperanzas del pueblo, que Perón convertía en hermosas realidades y que a esta mujer el pueblo la llamaba cariñosamente Evita. Nada más que eso.
Evita quería ser cuando me decidí a luchar codo a codo con los trabajadores y puse mi corazón al servicio de los pobres, aceptar otra cosa, sería romper la línea de conducta que le impuse a mi corazón y darle la razón a los que no creyeron en la sinceridad de mis palabras, que ya no podrán decir jamás que todo lo hice guiada por mezquinas y egoístas ambiciones personales".
Quien reemplazó su candidatura, por decisión de Perón, fue Hortensio Quijano, pero falleció antes de asumir el cargo. Juan Domingo Perón asumió su segundo mandato presidencial sin compañero de fórmula. Recién en 1954, Alberto Teisaire fue electo vicepresidente.