Entrevista a Ramón Gómez, Concejal y Sec. Administrativo de UOM San Martín

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Entrevista a Ramón Gómez, Concejal y Sec. Administrativo de UOM San Martín

¿En lo personal, qué balance hace sobre este primer año como concejal?

RG: Hay dos partes de la misma cuestión; por un lado, un pésimo periodo teniendo en cuenta que mi espacio político representa a los trabajadores que se vieron profundamente afectados por las medidas del nuevo Gobierno Nacional. Por otro, en lo que hace a la función del Concejo Deliberante propiamente dicha, un saldo positivo, esto obedece a que se trabajó en armonía con el resto de los bloques opositores y se logró sacar la mayoría de los proyectos de ordenanza de manera consensuada. Un positivo periodo de experiencia.

¿Cuéntenos como impacto Laboralmente las medidas económicas del Gob. Nacional?

RG: En consonancia con lo que te decía, ha golpeado muy fuerte a la Industria Nacional. El tarifazo brutal que impuso el ejecutivo nacional caló hondo en la economía de las Pymes y si a eso le sumamos la apertura indiscriminada de importaciones que comenzó rápidamente a destruir la manufactura argentina, vemos que eso se traduce a mayores costos y menos producción. Y el resultado de esta ecuación es pérdida inmediata de puestos de trabajo. En San Martín no es diferente, y los gremios de las diferentes actividades lo estamos sufriendo.

¿Cuál es la expectativa en materia legislativa para 2017?

Con respecto al año entrante, espero que el escenario de un año electoral no se lleve por delante a la responsabilidad política que tenemos los concejales. San Martín necesita que sigamos trabajando democráticamente y en armonía, más allá de los posicionamientos políticos que tenga cada sector en función de lo que cada uno de ellos representa. Ojalá que podamos trabajar para cambiar esta triste realidad que tenemos hoy.

En el distrito, ¿cómo ve el armado del Peronismo y a que se apunta para el año entrante?

RG: Mire, hay resaltar que cuando el peronismo pierde la conducción siempre se resiente su estructura. Y si hemos perdido es claro que algo se hizo mal, por eso es bueno estar en este proceso de autocrítica que va a terminar definiendo una alternativa política a la altura del desafío de volver a poner de pié a la Argentina. En ese marco es muy interesante el trabajo que están llevando adelante los intendentes, quienes se han puesto al frente de una necesaria renovación porque son los intendentes el primer mostrador del estado, son los se chocan con las problemáticas de frente cotidianamente.

¿En que se asemeja la función de Edil con su función de gremialista?

RG: La función gremial conlleva estar en la primera línea de fuego, es decir, que en la tarea sindical que me toca estar, llevo adelante la atención de los problemas urgentes que tiene un trabajador que por distintos factores no cobra su salario como corresponde, o bien no se le respetan sus condiciones de trabajo. Esas son cosas que no pueden esperar hay que estar en la guardia permanentemente. Pero por otro lado también hay que gestionar para que el sindicato tenga un amplio abanico en el campo social para los afiliados, como por ejemplo: turismo, salud, formación profesional, deporte, recreación, espacios para la tercera edad, formación política y una faceta solidaria hacia la sociedad. Todo ello requiere de una gestión de recursos económicos y humanos que permita las condiciones que hacen posible todo ello.
La tarea del legislativo es similar, uno desde la militancia reconoce y atiende las necesidades de los vecinos y luego, en todo aquello que se pueda y sea pertinente, se gestiona para generar los consensos necesarios para elaborar proyectos de ordenanza que permitan solucionarlas. Es así, se asemeja bastante.

¿Cuál sería el mensaje de fin de ano hacia el vecino de San Martin?

RG: El mensaje siempre tiene que ser de paz. Son estos tiempos de fin de año, siempre muy particulares. Siempre las emociones se potencian, todo sentimiento de alegría o tristeza toma mayor dimensión en estas épocas. Y el pueblo no está pasando el mejor momento, pero el deseo siempre es que tengamos paz y felicidad.
Para los que queremos un país diferente para los trabajadores, no termina la historia el 31 de diciembre, sino que a partir del 1° de enero estaremos en la lucha que significa luchar contra el maldito modelo de país que tiene como objetivo desguazar la industria nacional para que nos quedemos sin trabajo. Y que para dar esa lucha necesitamos el acompañamiento de todos.