Inicio Blog Página 23

94º Aniversario del Nacimiento de Lorenzo Miguel

0

Se cumple un nuevo aniversario del nacimiento de nuestro compañero y referente Lorenzo Miguel. Sinónimo de la Unión Obrera Metalúrgica, fue el primero de su familia en nacer en América dada a la inmigración de sus padres desde España. La niñez la recorrió en un barrio alejado del centro luminoso de la ciudad de Buenos Aires como lo era Villa Lugano y fue ese ambiente el que lo cobijó cuando quedó huérfano siendo un pequeño. Ser niño e iniciarse como un aprendiz era muy corriente en aquellos años donde se valoraba mucho que un hombre aprendiera un oficio, que usara sus manos para salir de contratiempos cotidianos y que ese mismo saber le permitiera crear o mejorar los nuevos artefactos que poblaban la vida de los argentinos.
De ser un precoz trabajador de cuanto trabajo se le brindara, porque la necesidad era apremiante en su familia ante la desaparición temprana de su padre, Miguel ingresó a la fábrica Camea donde su liderazgo se manifestó y fue el elegido para representar a sus compañeros frente a una patronal que acarreaba con los obreros modos despectivos y poco humanos. En ese ámbito abrazó la causa peronista siendo parte de la inmensa masa que se desplazó a Plaza de Mayo el 17 de Octubre de 1945.
Los años que siguieron lo encontraron al lado de la causa justicialista, representando a los metalúrgicos desde puestos de conducción en la Confederación General del Trabajo y las 62 Organizaciones. Como la historia nos ha descrito, su lealtad a Perón lo marcó en los tiempos en que las Fuerzas Armadas tomaron el poder siendo el Golpe de 1955 el más significativo para la vida de un joven trabajador que entendió que no se podía ser feliz en soledad, una cita de Leonardo Favio que sintetiza la misión de nuestro querido conductor.

En este día, recordamos sus primeros pasos en la vida y en la defensa de los trabajadores metalúrgicos que marcaron el rumbo de todos nosotros.

A 97 años del Nacimiento de José Ignacio Rucci

0

Nacido un día como hoy hace 97 años en Alcorta, provincia de Santa Fe, José Ignacio Rucci representó a un joven de los años indignos cuando el Golpe del 1930 se apoderó de las instituciones y relegó durante la Década Infame a los sectores populares y trabajadores alimentando, por años, descontento en ellos y, también, en las clases medias.
El partir a Buenos Aires para hacerse de un futuro y luego de haber probado suerte en empleos de su ciudad natal, Rucci partió y recaló en un polo industrial creciente entrados los años `40: los suburbios de la Capital que crecían entre fábricas, talleres y frigoríficos. Encontró conchabo como lavacopas y, al poco tiempo de arribado, como operario metalúrgico. El 17 de octubre de 1945 lo encontró entre las largas filas de trabajadores que pedirían por la libertad del entonces Coronel Perón y el romance con la causa que este defendiera sería sólo truncado por su trágica muerte.
En 1946 su destino lo llevó a ingresar en la importante siderúrgica Somisa (Sociedad Mixta Argentina) actual Ternium. Su conducta y su decisión para ponerse al frente de la defensa de sus compañeros lo llevaron a trascender su espacio y fue electo secretario de Prensa de la UOM en 1960 y apenas cuatro años después, máximo representante de los metalúrgicos en San Nicolás.
Su ascenso se debió a que sorteó, a partir de la segunda mitad del Siglo XX, esa dicotomía entre las posturas liberales y las que apoyaban la causa marxista. Para él, la defensa de los trabajadores y los postergados era tarea de los movimientos nacionales en los cuales el Justicialismo, junto al origen de las 62 Organizaciones, era el más acabado para llevar a buen puerto la grandeza de la patria.

Este 15 de marzo conmemoramos un nuevo aniversario de su nacimiento recordando sus palabras:
“El sentimiento nacional nace en la espada de San Martín, se agita en el poncho de Rosas y se ejecuta con la doctrina de Perón”.

EI FREJULI Gana las Elecciones de 1973

0

La estrategia de demonizar al peronismo había terminado: el 11 de marzo de 1973, la fórmula peronista encabezada Cámpora-Solano Lima se imponía con mayoría abrumadora y mostraba el camino para que el deseo de la vuelta de Perón sea una realidad.
El exilio primero y la proscripción después funcionaron como una estrategia y fue abrazada por gobiernos democráticos y también de facto sin sonrojarse. Pero el pueblo contaba con la memoria que no olvida a quien vela por él y lo eleva a ese altar de la igualdad y la justicia social.
Cuando las noticias desde España desalentaban y la figura del líder se agigantaba, los que comandaban los destinos de la patria se alejaban de las bases y las despreciaban beneficiando al capital sembrando sangre y desesperación. Esto fue el abono para cumplir con el deseo de su retorno. Los intentos fallidos sólo sumaban presión a las autoridades que veían que la salida ya no podía ser a espaldas de la gente y la inoperancia de las fuerzas armadas al frente del gobierno era un grito a la necesidad de volver a la democracia.
Ya para 1973, el General Alejandro Lanusse al frente del ejecutivo nacional decide llamar a elecciones permitiendo la participación del Partido Justicialista pero manteniendo la prohibición de Perón en la fórmula presidencial. La salida fue que Héctor Cámpora y Vicente Solano Lima ocuparan ese lugar con la promesa de ser un paso intermedio para que el General llegara al poder por tercera y última vez. Muchos recuerdan el lema “Cámpora al gobierno, Perón al poder” que guió la esperanza y erigió a la voluntad popular en el centro de la vuelta a las libertades y derechos.

Hoy recordamos esta fecha cercana en el sentimiento a los trabajadores y que renovó la lealtad a los principios del justicialismo.

Perón y Quijano triunfan en las elecciones de 1946

0

El 24 de febrero de 1946, la fórmula conformada por Juan Domingo Perón y Hortensio Quijano ganan las elecciones presidenciales con más del 52% de los votos siendo electos como presidente y vice por un periodo de seis años. Los comicios son los primeros que libres de la sospecha de sospecha de fraude coronan un movimiento popular surgido unos meses antes con la manifestación del 17 de octubre de 1945 y que consagra en la figura de Perón a un nuevo líder político a nivel nacional.
Previstas para abril, las elecciones debieron adelantarse ante la necesidad de legitimar la conducción de las políticas de gobierno que se veían afectadas por la revolución de 1943 y que no dejaban a toda la ciudadanía una participación democrática. Con apenas dos meses de campaña, el Frente de corte progresista incluía al Partido Laborista, a la UCR Junta Renovadora y al Partido Independiente, mientras que la Unión Democrática de carácter conservador nucleaba a la Unión Democrática, el Partido Comunista, el Partido Socialista, el Partido Demócrata Progresista y el muy destacado Partido Demócrata Nacional.
Para hacer conocer sus ideas de gobierno, el ferrocarril fue la estrella que permitió a los candidatos llegar hasta los confines de la república y en cada formación se dejaba en claro cómo se apuntaría al corazón de los votantes: “La Descamisada” y “Tren de la Libertad” no dejaban lugar a dudas los intereses que defendía cada fórmula y los atentados sufridos por Perón y su compañero de fórmula en Río IV, Córdoba, y en Rosario dan cuenta de qué tan interesado se estaba por mantener el status quo en esas regiones de grandes terratenientes.
Los medios de difusión vigentes, el consagrado diario, matutino y vespertino, junto a la joven radio, también fueron difusores de la palabra de los candidatos siendo los de la Unión Democrática los más favorecidos por amistad y por afinidad a las ideas de sus dueños. Además del caudal de tres millones y medio de votantes habilitados, lo más destacado fue el recuento de votos al final del acto electoral en las mismas mesas donde se había sufragado y con la participación de fiscales presentes para que el temor al fraude quedara enterrado.
Hace 75 años comenzaba un nuevo tiempo para los trabajadores y para el pueblo que, relegado, asumió su derecho a vivir dignamente y en libertad y que nos honra como metalúrgicos.