17 de octubre Día de la Lealtad
El coronel Juan Domingo Perón llegó a ser director del Departamento de Trabajo del Gobierno de Edelmiro Farrel en los albores de 1943. Su creciente trato con la problemática de los obreros, muchos de ellos desarrollando sus labores en la total informalidad y explotación, lo fue acercando a los sindicatos.
Como militar de carrera y parte del gobierno que había destituido al presidente fraudulento Ramón Castillo, Perón estaba sujeto a una cadena de mando que, en sus entrañas, cobijaba internas por el poder y el control del estado. Sin participar en ellas y abocado a resolver la urgencia de los compatriotas promovió proyectos y leyes laborales. Los dirigentes sindicales, entonces, impulsan que se eleve su Departamento a Secretaria de Trabajo y Previsión dándole a su tarea una visibilidad que ya no se pudo ocultar. Como Secretario de Estado, Perón deroga un Decreto-Ley que habilitaba la intervención del estado violando la autonomía sindical y esto los une aún más.
Para 1945, Juan Domingo Perón ya había asumido funciones como Vicepresidente, Secretario de Guerra y de Trabajo y Previsión, su cercanía con los sindicatos y su nuevo poder eran vistos con desconfianza por miembros de las fuerzas armadas. Por un golpe a traición entre los militares, se le pide la renuncia y, no contentos con eso, le detienen: ese fue el nacimiento de lo que hoy conocemos como peronismo. La CGT, ya unificada, entiende que la salida de Perón de la vida social y política era un retroceso en los derechos adquiridos y en aquellos tiempos, muchos más, que aún hacía falta conseguir y decide movilizarse.
Desde el alba del 17 de octubre de 1945, tímidamente, la Buenos Aires blanca y europea se comenzó a poblar de nuevos habitantes. Trabajadores salidos de los límites urbanos, donde las fábricas y los talleres florecían y las casitas en forma de chalet se agolpaban, marcharon al centro neurálgico de la ciudad para pedir por la liberación del Coronel y ungirlo como su próximo presidente. Miles de personas se hicieron presentes y vivaron su nombre, lo convirtieron en líder de los marginados y, así, la fidelidad entre Juan Domingo Perón y el pueblo quedó fundida a fuego.
Hoy recordamos el Día de la Lealtad con nuestra promesa de nunca renunciar a los valores de la justicia social y la defensa de los trabajadores.
Inicio del Tercer Gobierno de Juan Domingo Perón
El 12 de octubre de 1973, Juan Domingo Perón asumía su tercer período de gobierno en un clima social, político y económico inédito para el movimiento que había liderado por 28 años, 18 de ellos en el exilio.
La proscripción no le permitía participar activamente pero sus hombres seguían muy presentes en la filas obreras de la CGT. Perón entiende que su figura puede ser un incentivo para la unión de su pueblo, tan enfrentado como necesitado de un liderazgo firme. El pacto social llegó en las medidas para equilibrar los siempre desparejos capital y trabajo y para equipar la balanza de pagos que estaba generando un déficit insostenible: acuerdos de precios y salarios y nuevas inversiones en producción fueron las medidas de inicio.
Bolivia, Brasil, Paraguay, Uruguay y Chile, ya estaban bajo dictaduras militares y Argentina resistía en soledad su institucionalidad y su derecho a no ser subordinada de los Estados Unidos que, en las sombras, apoyaba gobiernos de facto.
La violencia urbana también era un dolor de cabeza para Perón, con grupos radicalizados y alimentados con los odios de la Guerra Fría y los viejos enfrentamientos internos: El asesinato de José Ignacio Rucci y el intento de copamiento de la guarnición militar de Azul por integrantes del ERP mostraban que la mano firme era necesaria.
Cuando más la necesitaba, su salud flaqueaba y su tristeza por sentir que sus esfuerzos no eran suficientes. Nueve meses después, y con sus pulmones agotados, su cuerpo dijo basta y la muerte dejó trunco todos los proyectos que Perón tenía para levantar a esa patria que amaba y desvelaba.
Hoy es nuestro deseo que sus ideales se mantengan en los más alto para recuperar la dignidad de los trabajadores argentinos.
Aniversario del Natalicio de Juan Domingo Perón
Mario Tomás Perón debió decidir tempranamente entre seguir la tradición familiar de abrazar la medicina como profesión y vocación o comenzar a vivir su propia vida sin sombra alguna. Cuando conoció a Juana Salvadora Sosa supo que el destino estaba lejos de Lobos y cuando logró enfrentar a su padre, levantó todo y se fue al Sur para empezar de nuevo. Juan Domingo, el segundo de sus hijos varones, nació el 8 de octubre de 1895 en ese paraje de la provincia de Buenos Aires pero apenas si tuvo memorias de ese pago chico porque su vida de niño se desarrolló en la Patagonia entre guanacos y avestruces, caballos y la hostilidad del paisaje. La escolaridad era un problema para la familia y los chicos debieron instalarse en Buenos Aires donde el joven niño Perón, comenzó la escuela primaria y luego completó los estudios secundarios en el Colegio Internacional de Olivos.
Estudiar medicina le rondaba la cabeza como homenaje a su ilustre abuelo pero en un encuentro con compañeros incorporados al Colegio Militar le despertaron el interés por la disciplina prusiana y las armas e ingresó como cadete en 1911.
Su carrera dentro de la Fuerzas Armadas lo fue posicionando como un gran subteniente y su desarrollo como un deportista destacado en esgrima y boxeo lo hicieron sobresalir entre sus camaradas.
Su ascenso sostenido lo llevó a alcanzar los máximos cargos dentro del Ejército hasta su llegada a la política nacional donde descolló siendo electo tres veces presidente de todos los argentinos y cambiando el destino de sus compatriotas defendiendo las banderas de la justicia social y los derechos de los trabajadores.