El Pueblo nos exige “CUMPLIR”

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Todavía me emocionan ciertas voces. Todavía creo en mirar a los ojos. Todavía tengo en mente cambiar algo. Todavía y a Dios gracias, todavía. Multiplicar, es la Tarea.

Por Ramón Gómez
Militante Metalúrgico
Concejal Peronista
 
El Modelo de país es el interrogante clave. La actualidad y el futuro nos demandan a cada uno de los ciudadanos, por la respuesta a esa pregunta.

Más allá de la evaluación que ha tenido y tiene para usted, señora o señor lectores de esta nota, el desenvolvimiento político de los años precedentes, la realidad nos encuentra enfrentados a un dilema de hierro: la “perpetuidad” del “cambio” operado por la actual administración nacional, o el intento de recuperación nacional a través de una economía saneada, productiva, equitativa con cada miembro partícipe dentro de ella, y con un mercado interno recompuesto, que reinicie la rueda productiva del Capital nacional, puesto al servicio de la industria y la reactivación.

Hagamos un poco de historia reciente. Los trabajadores argentinos habían percibido que al compás de algunas decisiones de la anterior administración nacional, el gobierno les estaba soltando la mano. Probablemente el dato de mayor color al respecto fuera la decisión de implementar el gravamen a la cuarta categoría del impuesto a las ganancias, considerado por el Movimiento Obrero como impuesto al salario.

Es verdad. La falta de dialogo en aquel entonces entre el elenco político y los trabajadores, probablemente haya sido la mecha que dinamitó la cohesión originaria.

Para los peronistas, los trabajadores son la piedra angular del Movimiento Político Nacional y Popular. El general Perón supo ser muy claro al respeto al decir: “El Movimiento Obrero es la columna vertebral del Peronismo”. Por ello es que, fruto de la política desplegada por el entonces “coronel del pueblo”, la inmensa masa de trabajadores haya abrazado esta Doctrina.

Después de Perón, usted recordará, el país vivió años de zozobra, de estancamiento, de idas y vueltas, pero sobre todo soportó crueles jornadas de represión y marginalidad social en favor de los sectores de mayor poder económico y en detrimento de quienes en definitiva, constituyen el auténtico quehacer nacional, me refiero a quienes trabajan.

No agrego ni quito nada de lo que en definitiva está escrito en nuestra historia.

Esto pasó. Hubo beneficiados y perjudicados, dependiendo del Modelo de país que se enarbolara. Usted, que está leyendo, si es miembro de la clase media, seguramente advirtió que con la consolidación de beneficios sociales y con el esfuerzo propio y de su familia se logró sostener e incrementar la clase social a la que hoy representa.
Seguramente por ello y dieciocho años después de su derrocamiento, Perón volvió a ser Presidente. Porque prometió y cumplió. Como dice nuestra Marcha.

La masa de trabajadores creció junto con la industria nacional y los sectores medios se robustecieron. En la actualidad, nuestro país pertenece al grupo de naciones con mayor clase media del mundo.

¿Qué está sucediendo entonces?. ¡La respuesta la dan las intencionalidades políticas!.

Perón era un desconocido en el año 1943. En el mes de noviembre de ese año comenzó a trabajar en la Secretaría de Trabajo y Previsión de la Nación. Sólo demoró veintitrés meses en hacerse famoso. ¡Si, leyó bien!. ¡A partir de octubre de 1945 se transformó en el argentino más conocido en el mundo!. ¿Qué sucedió?. ¡El famoso 17 de Octubre!. La masa de trabajadores fue a la Plaza de Mayo a exigir el retorno de Perón a la tarea política.

Paradójicamente, el actual Presidente argentino, demoró sólo dieciséis meses en arrojar por la borda todas las promesas de campaña y concluir desmoralizando a los votantes de los sectores medios y más humildes.

Fue así entonces que el primero, quedó en la historia como un prócer, este último será recordado como un canalla que mutiló pensiones, que negó medicamentos, que frenó el programa de vacunas para la niñez, que destruyó la industria, que dejó a la gente sin trabajo, que benefició sólo a los ricos.

Pero como el tiempo es el más temible de los jueces, el juicio de la historia, y los hombres y mujeres que trabajan, recordarán siempre la temeridad del mediocre, cuando la memoria popular recorra los días nefastos que estamos viviendo.

Si usted llegó hasta aquí en la lectura de esta nota, entonces debo decirle dos cosas. Primero agradecérselo, y segundo confiarle que el Movimiento Obrero en su conjunto, está decidido a la realización de una tarea consciente y ciclópea. Porque el pueblo trabajador exige CUMPLIR.

El hombre y la mujer que trabajan no pueden esperar más promesas que no llegan o aceptar mentiras como verdades. “El VALOR DE LA PALABRA ES JUNTO CON LA VALENTÍA, LA AUTÉNTICA VIRTUD DEL PATRIOTA”. El pueblo sabe bien qué quiere decir CUMPLIR y no va a permitir jamás juramentos en vano, simulaciones discursivas de un Presidente balbuceante, manejos espurios y negociados financieros de una troupe de ignorantes y mal intencionados manejados por intereses foráneos.

Nuestra propia vida y la vida de nuestros hijos y nietos están en juego. Se trata de un juego diabólico y tenebroso donde todos ponen y sólo se benefician quienes se soslayan con los manejos fraudulentos y antipopulares, para volver a sacar ventaja.

El Movimiento Obrero tiene la ventaja de ser el principal elector. Se trata de la mayoría que está viva y que reclama su derecho a seguir viviendo.

¡Por todo ello, nos exige CUMPLIR!.